Un profesor de filosofía
entra en clase para
hacer el examen
final a sus alumnos. Poniendo la
silla encima de la
mesa dice a la clase: “usando cualquier cosa aplicable que hayan aprendido durante este
curso, demuéstrenme que esta silla no existe”
Todos los alumnos se ponen a la tarea, utilizando sus lápices
y gomas de borrar, aventurándose en argumentos para
probar que la silla no existe. Pero un alumno, después de
escribir rápidamente su
respuesta entrega su examen ante el asombro de sus compañeros.
Cuando pasan unos días y entregan las notas finales, ante la estupefacción de todos, el alumno que entregó su examen en 30 segundos obtiene la
mejor calificación. Su respuesta fue: “¿Qué silla?”
Un
ingeniero, un físico experimental, un físico teórico y un filósofo están paseando en las montañas de Escocia. Cuando llegan a lo alto de la cima, ven en otra cima una oveja negra. El ingeniero dice: “está visto que las ovejas en Escocia son negras”. “Mejor sería
decir que ‘algunas’ ovejas escocesas son negras”, responde el físico experimental. El físico teórico piensa un momento y exclama: “es más correcto decir que al menos una de las ovejas escocesas es negra”. Por fin el filósofo responde: “al menos
por uno de sus lados”.
El profesor de filosofía a su auditorio, después de la conferencia: Y si ustedes me han comprendido bien, es que me he explicado mal.
Papá, hoy me dieron la
nota máxima en la clase de filosofía. ¡Demostré que el profesor no existe!
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